La inteligencia artificial tiene un problema a la hora de distinguir entre cosas tan curiosas como un muffin y el rostro de un perro. Por suerte, el Deep Learning ha llegado para resolverlo.
Admítelo, alguna vez has mirado de reojo y, de pronto, te has dado cuenta de que esa manta tirada en el suelo es en realidad un gato, por poner un ejemplo. … Seguir leyendo...