Se casó. Al registrar su matrimonio, un funcionario gubernamental la incentivó a tener un hijo entregándole vitaminas prenatales gratuitas. Tiempo después, otro funcionario la llamó para preguntarle si las tomó. Cuando quedó embarazada, recibió otra llamada de seguimiento. Pasaron los meses y, tras dar a luz, otros funcionarios se presentaron en su casa con tal de tomarle una fotografía al bebé para archivarla.
Este es el caso de Yumi Yang, quien, al parecer, no ha sido la única mujer en sufrir este tipo de presión por parte del Estado para embarazarse. Con los registros de descenso en su población, China ha tomado un rumbo diferente a la política de "hijo único". A tal grado de ir de puerta en puerta. ¿Para qué? Inmiscuirse en la vida íntima de las mujeres.
En Xataka México
China fue por muchos años la gran potencia demográfica del mundo, pero ahora ya empieza a tener más mascotas que hijos
Tal como lo contó el New York Times, el testimonio de Yang forma parte de una nueva campaña gubernamental china a fin de incentivar un mayor número de embarazos. La cuestión es que dicha medida no se limita solo a tocar puerta en puerta para preguntarles a las mujeres si desean tener o no hijos, sino, que esto incluye cursos en universidades sobre el matrimonio y la crianza.
En este sentido, Xi Jinping …