La transformación digital que ha adquirido China a lo largo de la última década ha sido verdaderamente asombrosa hasta tal punto de infundir pavor. Prueba de ello son sus ciberataques globales que, otras superpotencias mundiales como Estados Unidos o grandes tecnológicas de Silicon Valley, los atribuyen a hackers respaldados por el gobierno chino.
Algunos expertos recalcan que estos ciberataques están consolidando la posición del país como superpotencia mundial en el largo plazo, utilizando el espionaje cibernético como arma para robar propiedad intelectual e información para el desarrollo de infraestructuras, sistemas y armamento.
La presencia de China en el ciberespacio está cobrando cada vez mayor fuerza
China ha experimentado un crecimiento vertiginoso en todas las áreas relacionadas con la tecnología y la ciberseguridad. Mientras el país ya destaca en la producción masiva de armamento —con buques de guerra y misiles que se fabrican a un ritmo acelerado—, en el ciberespacio la evolución es igualmente notable. La transformación digital del país no solo se refleja en hardware militar, sino también en la capacidad para llevar a cabo ciberataques a gran escala.
El espectro de la ofensiva digital china abarca varios frentes. Por un lado, se recalca su potencia en el espionaje político, especialmente a través del Ministerio de Seguridad del Estado, órgano encargado de la inteligencia exterior. A lo largo de los últimos años se han identificado operaciones como la del grupo apodado “Salt Typhoon”, que ha logrado infiltrarse en grandes tecnológicas con el fin de obtener información sobre sus desarrollos y …