A pesar de las reticencias infundadas, las vacunas son seguras y efectivas. A los datos nos remitimos. Números abrumadores que las avalan como excelentes medidas sanitarias de prevención.
A estas alturas, de todos es sabido que la presencia de Donald Trump en el sillón presidencial de EEUU es algo, como mínimo, inquietante. Sus decisiones políticas relacionadas con la ciencia despiertan la incertidumbre de muchos expertos, quienes están convencidos de que sus acciones traerán consecuencias muy negativas para el progreso científico. Una de estas decisiones está relacionada con las vacunas. Trump es un conocido antivacunas cuya opinión se basa en estudios falsos y el miedo promovido por intereses económicos. La evidencia científica aúna al consenso de expertos que indican que las vacunas son seguras y efectivas. Eso no quiere decir que no existan efectos secundarios o problemas como los podría haber en cualquier otro tipo de sustancia. Pero los números no dejan lugar a dudas, los antivacunas están equivocados.
5.000 millones menos de afectados
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Desde 1980, según recoge la OMS la cantidad de incidencias de enfermedades tratadas con vacunas, en todo el mundo, se ha reducido en más de 5.000 millones de afectados. Algunas de ellas, de hecho, se han reducido hasta cero. Esto se aprecia fácilmente en las gráficas. Incluso cuando algunas enfermedades parecen haber salido de la nada (aunque más bien se refiere a los casos documentados), las vacunas han servido para reducir el número de enfermos en todo el mundo. En algunos casos, por suerte, han servido para erradicar algunas …