Hemos podido probar durante mucho tiempo una Samsung QLED Q7F de 65", y a falta de negro puro, la experiencia es sobresaliente.
La propuesta de Samsung en televisores para 2017 y los años que le siguen es QLED. Tal y como ocurría en los LCD, las pantallas QLED, que también son LCD, emplean una fuente de iluminación externa, es decir, que los diodos no van autoiluminados individualmente, como sí ocurre con la tecnología OLED, que gracias a este detalle, apagando los píxeles, es capaz de conseguir el negro puro.
Más que un cambio de tecnología, QLED es un paso adelante del LCD y de la tecnología de puntos cuánticos o nanocristales que Samsung lleva empleando en su gama alta desde las SUHD que lanzó en 2015, casi tres años atrás. Las mejoras de la nueva generación de nanocristales, basadas en una nueva aleación de metal, han traído mayor profundidad en los negros, mejor color general y un pico de brillo más alto, que ahora se mueve entre valores de 1500 y 2000 nits. La retroiluminación sigue siendo Edge LED, es decir, situada en los bordes, frente a otros fabricantes que en soluciones LED emplean Direct LED o FALD.Gracias a una cesión de larga duración, hemos podido probar el televisor QLED Q7F (F de flat) de 65" durante 5 meses, un plazo mucho más cómodo para extraer conclusiones que el que suele ser normal. Así, no sólo hemos podido analizar la calidad de imagen del panel o lo cómodo e intuitivo que …