Esta semana, una nueva polémica enfrentó nuevamente a Silicon Valley y las grandes empresas de tecnología, con el nuevo presidente de Estados Unidos. ¿Por qué? Debido a la firma de un nuevo mandato presidencial que restringe de forma importante la entrada de diferentes migrantes -incluso aquellos residentes documentados- desde siete países de mayoría musulmana, como también por medio del programa de regugiados.
Mientras la mayor parte de los jefes de corporaciones estadounidenses permanecieron callados frente a las restricciones migratorias impuestas por Donald Trump, los líderes de Apple, Google y Facebook se tomaron rápidamente las redes sociales para protestar. Principalmente, porque el sector de tecnología es uno de los empleadores más importantes trabajadores extranjeros en Estados Unidos.
Uno de los primeros en opinar sobre la medida fue Mark Zuckerberg, cofundador de Facebook, quien mostró su preocupación ante este mandato presidencial. Al respecto, el ejecutivo le recordó al presidente Trump que Estados Unidos “es una nación de inmigrantes”. “Mis bisabuelos llegaron desde Alemania, Austria y Polonia. Los padres de Priscilla (su esposa) fueron refugiados provenientes de China y Vietnam. EU es una nación de inmigrantes, y deberíamos estar orgullosos de ello”, comentó el joven CEO en su perfil oficial de la red social.
“Necesitamos que el país sea seguro, pero deberíamos hacerlo centrándonos en la gente que realmente supone una amenaza”, apuntó Zuckerberg, quien considera que expandir ese veto a personas inocentes “haría que todos los estadounidenses estén menos seguros al desviar recursos” y provocaría que millones de indocumentados “vivan con miedo …