Después de dos años en los cuales las niñas y los niños tuvieron clases a distancia y un cauteloso retorno híbrido a las escuelas, llegó el momento de regresar a las aulas, con todo lo que conlleva esto: las mochilas pesadas, la compra de libros y útiles escolares, y el inminente aumento en el flujo vehicular. La reactivación que hemos visto en estos meses ha sido bastante dinámica, podría decirse que todo regresó a la “normalidad” pero con un impacto profundo en la dinámica de enseñanza-aprendizaje que nos está dejando varias lecciones.