Ganar el Oscar por Mejor Director y Mejor Película por The Shape of Water no fue suficiente celebración para Guillermo Del Toro, fue sólo el principio de una gran noche de fiesta. Era evidente, andaba tan contento que hasta le dijo “¡Órale va!” a la propuesta de fiesta con mariachi de Eugenio Derbez.
https://twitter.com/EugenioDerbez/status/970684325153984512
¿Se fue Del Toro a pistear con el “Oigame no”? Para nada. En una entrevista que otorgó a Jimmy Kimmel reveló todo lo que pasó esa noche.
“Lo primero de todo, y lo más importante, es que fui a cambiarme de zapatos y de pantalones. Eso era lo más urgente. Mis zapatos habituales son del tipo que llevaría un enfermero, están muy bien acolchados; pero mis zapatos elegantes eran una tortura”, afirmó.
Pero eso no fue todo. En una declaración que me hizo decir “Te asimilo y te comprendo”, el director jalisciense declaró que tuvo muchos problemas con sus pantalones, por gordo.
"He tenido que aprender a las malas que los pantalones de esmoquin no están hechos para llevar cinturones. Habitualmente, mi barriga es mi seguro contra no tener cinturón, pero resulta que he perdido peso –un poquito– por el estrés, así que a lo largo de toda la noche no dejaba de salírseme la llanta izquierda. Toda la noche. Debajo del esmoquin (lo sentía) y yo (decía) oh no, ahí viene de nuevo. Y yo no paraba de subirme los pantalones a cada rato... Era muy enervante".
Ya después, mucho más cómodo y relajado, Guillermo se fue a la fiesta de …