Los últimos años han sido claves para entender que el futuro de la seguridad no pasa por las contraseñas, sino por variables biométricas que no dependen de lo que sabemos o de lo que llevamos con nosotros, dependen de lo que que somos. Sin embargo, de momento, sólo se emplean como paso intermedio de introducción de una contraseña registrada de manera segura en la memoria del smartphone. Es el caso de la aplicación de CaixaBank, que inicia sesión mediante reconocimiento de huella dactilar, en aquellos smartphones que disponen de este sistema de reconocimiento, introduciendo automáticamente el PIN de seguridad.
Como se puede ver, hay huella de por medio, pero también un PIN de seguridad que puede ser introducido en la cuenta bancaria online o en un cajero automático con tarjeta, sin que necesariamente lo haga el titular. Por ello, y por la sofisticación del hacking actual, merece la pena dedicar tiempo a elegir PINs de seguridad o contraseñas.
En primer lugar, es básico tener en cuenta que la información que suele ser usada por los usuarios para dar forma a todo lo referente con la seguridad no sólo es pobre sino muy vulnerable, pues suelen ser fechas señaladas en sus vidas muy fácilmente descifrables por la persona o personas que pretende operar con dinero ajeno. Así, es básico evitar elegir fechas de cumpleaños, aniversarios, bodas, etc.
Lo primero a evitar son contraseñas del tipo 1234 ó 987654321
En segundo lugar, también es importante saber que por pereza o vagancia, hay contraseñas muy extendidas …