Seguramente, más de una vez, se habrá encontrado con algún correo en su bandeja de entrada en el que un tercero, haciéndose pasar por un banco, le solicitaba información como su número de tarjeta y sus claves. También es posible que haya accedido a revelar sus datos, pensando que, efectivamente, estaba ante un mensaje auténtico. Los ciberestafas de este tipo, conocidas entre los expertos como «phishing», están a la orden del día en internet. Y no han dejado de crecer durante los últimos años.
Así lo demuestra, por ejemplo, el «Informe de investigaciones de violación de datos de 2019». Elaborado por la compañía estadounidense Verizon, entre sus páginas se afirma que el 32 por ciento de las violaciones de datos corporativos del año pasado tuvieron lugar a partir de un correo electrónico de «phishing». Además, este tipo de estafa estuvo presente en el 78 por ciento de los incidentes de ciberespionaje.
«Con el "phishing” es muy sencillo sacar beneficios. Solo tienes que contar con una estadística para saber cuánta gente anda despistada con un tema. Hay gente muy desconfiada y otra que se lo cree todo. Que le importa muy poco poner capas de protección frente a las amenazas. Como te digo, con poca inversión el retorno puede ser enorme. No hace falta atacar un banco, por unos pocos euros al mes puedes conseguir datos personales y de tarjetas de crédito que luego puedes vender y ganar miles de euros o, quizá, incluso más», explicaba recientemente a este diario …