Hace unas semanas descubrí que el Instituto Nacional de Estadística dispone de un formulario en línea mediante el que cualquier persona puede solicitar la inclusión o exclusión de sus datos en las copias del censo electoral que se entregan a los representantes de las candidaturas para realizar envíos postales de propaganda electoral. Para ello basta con disponer de un certificado digital o disponer de una Cl@ve.
Así que me decidí a probarlo y solicitar mi exclusión de esas copias. Utilicé, además, al resto de mi familia, que no la había solicitado, como grupo de control para ver qué pasaba.
Cursé mi solicitud el 6 de marzo de 2019, con lo que en principio llegaba a tiempo más que de sobra para las generales del 28 de abril: el decreto de disolución de las Cortes y convocatoria de elecciones bajo refrendo del presidente del Gobierno fue firmado por el rey el 4 de abril. Y según dice la web del INE: «Las exclusiones para el envío de propaganda electoral, solicitadas hasta el día decimotercero posterior a la convocatoria de unas elecciones, se repercutirán en las copias del censo electoral vigente de esas elecciones que se entregarán a los representantes de las candidaturas proclamadas».
Así que me senté (metafóricamente) a esperar y ver qué sucedía.
Hasta el 26 de abril llegaron seis envíos de propaganda electoral a mi domicilio. Cuatro de los partidos que los hicieron (Ciudadanos, En Marea, PP y PSOE) respetaron mi deseo de no recibirla y así llegaron tres …