Nuevos perfiles, nuevas amenazas.
En los años 90, la imagen que teníamos de un hacker, pirata informático o como queramos llamarle, era un adolescente que vivía en casa de sus padres y que desde su habitación se conectaba a Internet vía modem con una computadora que hoy nos parecería primitiva, tecleando comandos indescifrables en una pantalla negra con letras verde fosforescente.
Los primeros ha… Seguir leyendo...