El ojo humano es parte de un complicado proceso en donde en el ver algo interviene el cerebro. Por una parte, el ojo transmite las imágenes que vemos, las cuales finalmente son procesadas por el cerebro. Digamos que el ojo ve, pero quien hace la tarea de interpretar lo que ve es el cerebro. Sin éste, nuestros ojos serían más o menos como cámaras que simplemente mandarían imágenes por el nervio óptico sin ninguna trascendencia, pues no habría nada atrás para ser interpretadas. La fisiología del ojo ha sido muy estudiada. Las imágenes que observamos a través de nuestros ojos se crean a través del cristalino que dirigen la luz a la retina, localizada al fondo del ojo. La retina contiene fotorreceptores, los cuales son llamados conos y bastones, quienes responden a la luz. Los conos y bastones reaccionan a ciertas longitudes de onda mandando señales eléctricas mediante los nervios a las áreas del cerebro responsables de la visión. Los conos y los bastones tienen papeles perfectamente diferenciados y en conjunto trabajan muy bien. El ojo humano tiene alrededor de 120 millones de bastones y entre seis y siete millones de conos. Los conos son los responsables de la visión a color y las imágenes detalladas que la mayoría de las personas percibe en la luz de día. Existen tres tipos diferentes de conos en el ojo humano y cada uno responde a diferentes longitudes de onda, es decir, a la luz de los colores. Existen además los bastones los …