Tanto la crisis económica (que incentiva el ahorro) como las preocupaciones ecologistas (que incentivan limitar nuestro impacto sobre el medioambiente) han provocado, en estos últimos años, el auge del mercado de los dispositivos tecnológicos de segunda mano —sobre todo el de los reacondicionados—.
Por supuesto, la preocupación por la seguridad y el rendimiento de los dispositivos pone un techo a dicho auge: al fin y al cabo, todos buscamos la seguridad que proporciona el hecho de saber que nuestro equipo (o lo que conectamos al mismo) está limpio y recién salido de fábrica. Pero en estos casos hay mucho timo a este respecto, como veremos, por no hablar de los discos que se venden por Aliexpress pretendiendo ser lo que no son.
Sin embargo, recurrir a la compra de dispositivos 'nuevos' no garantiza que no vayamos a encontrarnos con alguna sorpresa. Eso fue exactamente lo que le ocurrió a un usuario de Reddit llamado u/All-Seeing_Hands, un gamer que buscaba adquirir un disco SSD de 1 TB de capacidad y decidió comprarlo online.
Cuando le llegó el paquete con el disco SSD en su interior, todo parecía en orden… hasta que lo conectó a su equipo. Fue entonces, tras iniciar el sistema operativo, cuando descubrió que el disco sólo tenía 200 GB libres.
En Genbeta
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No es que se hubiesen equivocado …