Tener un teléfono que sólo sirva para enviar mensajes cifrados y cuyos servidores estén alojados en países sin restricciones a la comunicación no es sólo el deseo de los más preocupados por la privacidad, sino que es el sueño húmedo de las organizaciones criminales de ventas de drogas, armas y otras actividades ilegales.
Esto es algo que el FBI sabía perfectamente cuando hace casi diez años lanzaron un servicio de comunicaciones de este tipo. Eso sí, nunca dijeron estar detrás de ese servicio, pero con el tiempo se acabó descubriendo que se trataba de una trampa para cazar a los criminales. Y les salió bien. Muy bien.
EncroChat, el secreto mejor guardado del FBI
Corría el año 2016 y nacía una curiosa startup de telecomunicaciones llamada EncroChat. Se trataba de un servicio de mensajería para móviles Android encriptados y cuyas funciones de comunicaciones se veían restringidas, aunque las tuviesen. Quien quisiese contratar este servicio, lo haría en un dispositivo que no podría realizar llamadas, ni aplicaciones GPS, ni cámara, ni micrófono. Única y exclusivamente mensajes.
La clave de EncroChat es que era un servicio (a priori) completamente cifrado al usar un servicio de mensajería propietario y cuyos servidores eran alojados en países en los que el gobierno y las autoridades no tenían permisos para intervenir las comunicaciones. Como decíamos al inicio, era toda una tentación para los cibercriminales.
En realidad, el FBI estaba accediendo a todas las comunicaciones de EncroChat …