Hace unos meses el Instituto Federal de Telecomunicaciones anunciaba que estaría haciendo ajustes a la política de** transmisión de contenidos por medio de televisión** y radio, entre lo que destacaba la desaparición de los contenidos engañosos.
De forma casi inmediata el Gobierno Federal inició una disputa para** detener la promulgación de dicha iniciativa**, argumentando que se habían violado derechos constitucionales, mismos que el IFT no debería haber tocado.
Ahora un grupo de legisladores ha propuesto modificaciones a la redacción del Artículo 256 de la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión para que el Instituto Federal de Telecomunicaciones no pueda hacer ajustes a estas políticas.
Con la modificación de la Ley Federal de Telecomunicaciones las facultades del IFT quedarían limitadas dejando la regulación a los operadores
La Reforma a dicho artículo plantea que sean los propios concesionarios de radio y de televisión abierta y de paga los que se autorregulen en sus códigos de ética. Ellos serían los que deberían decidir el momento oportuno para informar a las audiencias sobre si un contenido se trata de información noticiosa, un comentario editorial o de publicidad insertada dentro de un programa.
Dejando la responsabilidad a las empresas de TV y radio de tener la libertad de designar a una persona que defienda los derechos del televidente o radioescucha, sin que el IFT pueda intervenir en dichas decisiones. Esto a pesar de que otras asociaciones han pedido urgentemente al gobierno de nuestro país que regule la calidad y horario en que se …