Es posible que, en más de una ocasión, los usuarios no sean ni siquiera conscientes de que están cometiendo sin quererlo un delito con alguna de sus prácticas habituales en redes sociales y servicios digitales. Otras veces, sin embargo, la excesiva confianza de los usuarios deriva en fuga de datos personales, provocando un daño irreparable.
«Cuando en Internet difundimos información de otras personas debemos ser conscientes de la trascendencia y consecuencias que ello puede llegar a tener, y de los daños que se pueden causar a esas personas, en ocasiones de difícil reparación una vez que la información está en la Red», señalan fuentes de la Agencia Española de Protección de Datos. A partir del 25 de mayo será de obligado cumplimiento el Reglamento General de Protección de Datos que promete ciertas protecciones a los usuarios y un paquete de obligaciones para las empresas. El nuevo marco legal, más garantista que el anterior, intentará, así, evitar posibles infracciones, aunque es conveniente tener presente una serie de actuaciones para no cometer ningún delito por parte de los usuarios.
Pedir siempre consentimiento
Es importante la transparencia y, sobre todo, recabar el consentimiento de las personas. Eso empezará a cambiar a partir de ahora porque, según el reglamento europeo, las empresas que traten datos personales deben informar a los usuarios de un consentimiento expreso y no tácito como sucede hasta la fecha. Eso promete cambiarlo todo.Sin embargo, los usuarios pueden no estar condicionados por estas actuaciones. En teoría, si difundimos contenido …