Aún lo recuerdo perfectamente: *Todo* debía ser guardado en CD-ROMs, con sus cajas correspondientes y depositados en los racks, siguiendo un orden específico. Dos décadas después, esos mismos discos terminaron convertidos en cortinas o salieron volando por la ventana, pero los racks quedaron allí, muertos de risa. En vez de invitarlos a seguir el mismo […]