Hoy es un buen día para contar una historia de Navidad, una muy especial. Para el relato necesito que intentemos viajar mentalmente a los días donde Apple era todo plástico blanco. Yo ni siquiera había nacido, pero podemos hacernos una idea de una España que acaba de abrir la verja de Gibraltar, justo cuando Felipe González es elegido presidente del Gobierno.
Al otro lado del mundo, la Navidad de 1982 un niño pide a Santa Claus un regalo extraño: libros para aprender a programar. En su carta, con caligrafía perfecta, escribe: 'Apple Graphics Arcade' y 'Assembly Lines'. Ese niño es John Romero, padre de videojuegos tan míticos como 'Doom', y su objetivo es aprender a programar en el Apple II que acababa de comprar su padrastro.
Una mudanza problemática
La realidad es que Romero era precoz como pocos porque comenzó a programar en las computadoras de su escuela. Hasta que convenció en su hogar que aquello tenía futuro: el verano de 1981 le regalaron un Apple II+, una tarjeta de 64k, una Microsoft Softcard para ejecutar el sistema operativo CP/M. El monitor era un Amdek a color y la gráfica era un clon de la Videx Videoterm de 80 columnas, si mal no recuerdo.
Así inició su vida en la programación, pero todavía estaba algo perdido. El libro de Roger Wagner, 'Assembly Line: The Book', sería clave para aprender a programar en algo más que BASIC. Y ese libro le daba las claves del …