Transcurridos ocho años desde el nacimiento de bitcoin, los bancos centrales del mundo entero están reconociendo cada vez más las posibles ventajas y desventajas de las monedas digitales.
Los custodios de la economía mundial deben abordar dos series de problemas. Primero, qué hacer, en todo caso, con la aparición y el crecimiento de criptomonedas privadas que están atrayendo cada vez más atención -en tanto bitcoin avanza acercándose a los US$10.000-. La segunda cuestión es si emiten versiones oficiales.
A continuación, un panorama de cómo están abordando el tema los bancos centrales más grandes (y algunos más pequeños) del mundo:
Estados Unidos: preocupación por privacidad
La investigación de la Reserva Federal sobre las criptomonedas se halla en sus comienzos, y la idea de que un banco central emita una respuesta a bitcoin no ha generado demasiado entusiasmo. Jerome Powell, miembro del directorio y presidente designado de la Fed, dijo este año que persisten problemas técnicos con la tecnología y que “el gobierno y la gestión del riesgo serán críticos”. Agregó que una criptomoneda del banco central plantea cuestiones “significativas”, siendo una de estas la privacidad, y que alternativas del sector privado podrían encargarse de ese trabajo.
Eurozona: como el tulipán
El Banco Central Europeo ha advertido en reiteradas oportunidades sobre los peligros de invertir en monedas digitales. El vicepresidente Vitor Constancio dijo en septiembre que bitcoin no es una moneda, sino un “tulipán” -aludiendo a la burbuja del siglo XVII en Holanda-. Su colega, Benoît Coeuré, ha señalado que el valor inestable de bitcoin y su …