El día de ayer se dio a conocer que Amazon registro una patente con la cual Alexa, su asistente virtual, podría reconocer si el usuario está enfermo, por la manera en que hablaría y si la tonalidad de su voz cambio.
De acuerdo a ello, Alexa sugeriría que se le lleve algún tipo de medicamento para que los síntomas dejen de molestar a la persona en cuestión, y para poder realizar el envío de medicinas, se utilizaría a Amazon, pero entonces surge la cuestión cuán invasivos son los asistentes virtuales.
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Sin duda se trata de una buena idea que puede ser beneficiosa para todos los involucrados, pero cuando se pone a pensar profundamente en este tipo de situaciones sale a relucir algo que atenta contra la privacidad: Alexa podría escuchar todo, absolutamente todo.
Suena drástico, pero no lo es tanto si Amazon considera implementar este negocio, ya que sería a través de su asistente virtual que comenzará a escuchar todo lo que necesitarían sus usuarios.
Buen propósito, mala ejecución
Si bien no se trata de un hecho confirmado, lo que Amazon planearía hacer tendría una vertiente peligrosa y eso es la privacidad, ya que ésta se estaría invadiendo al momento de estar oyendo y analizando la voz sus usuarios, pues prestaría atención a las conversaciones que se dan el hogar.
De esta manera, si se escucha a un bebé llorando porque le están saliendo los dientes, Alexa podrá sugerir algún producto determinado …