En este año 2019 veremos grandes avances en inteligencia artificial (IA), esa capacidad que tienen las máquinas para usar algoritmos, aprender de los datos y utilizar lo aprendido en la toma de decisiones. Pero a medida que esta tecnología crezca, también crecerán sus desafíos. Por esta razón, Europa ultima sus orientaciones éticas cuya guía final se aprobará en marzo de este año.
Hasta ahora, la IA ha demostrado de sobra su valía. Pero también sus errores. Amazon, por ejemplo, dejó de lado a su IA por sexista. El objetivo es que dicha herramienta ayudara a la compañía a seleccionar de una manera más rápida y efectiva a los candidatos que podían formar parte de la compañía. Sin embargo, mostró un sesgo muy claro contra las mujeres porque se educó a la IA con currículos de candidatos recopilados durante una década. Por entonces, la mayoría de los candidatos eran hombres por lo que la tecnología fue entrenada con un claro dominio masculino.
Este mismo error parece repetirse en otras áreas, cuya trascendencia genera una mayor gravedad. Y es que la IA también es utilizada por las autoridades de cualquier país para, por ejemplo, elaborar perfiles de ladrones, asesinos o violadores. El más mínimo error puede, sin embargo, condenar a un inocente.
Tal y como recoge una reciente noticia publicada en «MIT Technology Review», el uso de datos históricos para entrenar a este tipo de herramientas resulta peligroso, tal y como pusieron de manifiesta los expertos que participaron en la conferencia …