Las luces intermitentes, luces de emergencia o balizas, son una herramienta crucial para la seguridad vial. Su función principal es alertar a otros conductores sobre situaciones inusuales o peligrosas.
Sin embargo, usarlas de manera inadecuada puede generar confusión y, en algunos casos, provocar accidentes. Por eso, es fundamental entender en qué momentos deben activarse y cuándo es mejor evitarlo.
Encender estas luces es necesario en situaciones específicas, como cuando el vehículo se encuentra detenido por avería o un obstáculo en el camino. También son útiles al realizar una frenada de emergencia o al advertir a otros sobre un accidente en la carretera. En estos casos, las intermitentes sirven como señal clara para que los conductores reduzcan la velocidad y estén atentos.
Por el contrario, utilizarlas de manera indiscriminada puede ser contraproducente. Por ejemplo, activarlas durante una lluvia intensa puede dificultar la percepción de distancia de otros conductores. Tampoco es recomendable encenderlas al cruzar una intersección, ya que podría causar malentendidos con otros vehículos. En condiciones normales de tráfico, su uso innecesario puede confundir a los usuarios de la vía y aumentar el riesgo de incidentes.
Otro error común es usar las intermitentes mientras se espera la luz verde de un semáforo. Incluso hay personas que las prenden cuando están por estacionar su vehículo, en una especie de anuncio al otro de que el lugar disponible está por ser utilizado. Pero como decimos, no debes activarlas …