Hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy cercana, el estreno del esperado Episodio I: La amenaza fantasma de Star Wars sacudió no solo las taquillas de cine, sino también la economía estadounidense en uno de los episodios más frikis que se recuerdan. El 19 de mayo de 1999, los fans norteamericanos se congregaron en los cines para presenciar el regreso de la legendaria saga espacial creada por George Lucas, sin embargo, lo que podría haber sido simplemente un día de pura alegría para los seguidores de Star Wars, se convirtió en un evento que tuvo un impacto económico sin precedentes en el país.Pongámonos en situación: El retorno del jedi se había estrenado en 1983 y ahora, 16 años más tarde, el mundo iba a asistir al nacimiento de una nueva trilogía que además contaba el origen de alguno de los personajes más míticos de la ciencia ficción. Con esos mimbres, es fácil entender la enorme anticipación que había por el regreso de Star Wars a la gran pantalla.Es por ello que los fans estaban ansiosos por ver cómo Lucasfilm llevaría a cabo la primera entrega de la trilogía de precuelas, que exploraría los eventos que condujeron al ascenso de Darth Vader y el declive de la República Galáctica. Con un presupuesto de producción de más de 115 millones de dólares, La amenaza fantasma prometía efectos visuales innovadores, nuevas criaturas alienígenas y emocionantes batallas de sables de luz.A medida que se acercaba la fecha señalada, los seguidores de la saga …