Llevo utilizando los AirPods desde el momento mismo en que se lanzaron al mercado. Fui uno de los pocos afortunados que consiguió comprarlos allá por 2016 cuando se agotaban al segundo. He tenido los AirPods 1, los AirPods 2, los AirPods Pro y ahora los AirPods Pro de segunda generación. Todavía no he probado los AirPods Max. Pero oye, nunca digas nunca. Quizás cuando salga la nueva versión acabe picando el anzuelo.

El tema es que desde sus inicios —salvando los Max—, todos los modelos han venido única y exclusivamente en color blanco. Son muy bonitos, a la par que icónicos. Todos cuando vemos unos auriculares inalámbricos en ese tono a lo lejos intuitivamente decimos: “AirPods”. Quizás lo sean, o quizás no, pero es lo que se nos viene a la mente, y por eso no creo que Apple lo cambie. El problema con el blanco es que las manchas se notan diez veces más. Son auriculares, y se van a ensuciar, es inevitable. Eso sí, se pueden limpiar de una forma muy fácil.

El otro día navegando entre las miles de páginas que ofrece Amazon, me encontré con un curioso gadget. Ya lo había visto por TikTok antes, y por eso me llamó la atención. Es un tubo blanco de unos 10 centímetros de largo que incluye todo lo necesario para limpiar unos AirPods. Vi que los míos estaban un poco sucios y lo compré. Costaba 4,99 euros, así que como mucho, eso es lo que podía perder. He …