Desde su desembarco en 2016, Bizum ha revolucionado la forma en que realizamos nuestros pagos cotidianos —sobre todo con amigos y familiares, aunque cada vez se use más para el pago de servicios profesionales y en comercios—, eliminando la necesidad de llevar encima dinero en efectivo o tarjetas bancarias: todo queda resuelto usando el móvil y conociendo los números de teléfono.
Sin embargo, aunque esto aún sea poco conocido, hay límites fiscales al uso que podemos hacer de Bizum: a partir de determinadas cuantías, deja de tratarse de un mero pago rápido que haces desde una aplicación para pasar a tratarse de un dato relevante para Hacienda que pasarías a estar obligado a incluir en tu próxima Declaración de la Renta.
Este límite, introducido ya en 2022 en nombre de la lucha contra el fraude, es de 10.000 euros al año. Un céntimo más que eso, y te tocará notificarlo. Como explica el consultor financiero Dennis Royo en una breve explicación dramatizada en Instagram:
"—H***, me he dejado la cartera. Tío, paga tú y te hago un bizum.
—No, no, no, ni hablar. Que como este año entre otro Bizum me arruino.
—¿Pero qué dices?"
Eso sí, existen excepciones a este límite:
No afecta las transferencias entre cuentas bancarias de un mismo titular.
Excluye las transferencias destinadas al pago de bienes o servicios.
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