La mayoría de las veces que utilizamos algún servicio de corrección o traducción de texto en el navegador, el funcionamiento del mismo requiere que el texto original que se nos muestra sea remitido a servidores en la nube que se encargarán de analizarlo y devolvérnoslo debidamente corregido o traducido. Esto, por supuesto, constituye un potencial problema de privacidad, pues concede al servidor en cuestión información sobre las webs que visitamos y sobre qué clase de textos escribimos.
Es por eso que Mozilla anunció el pasado mes de junio el lanzamiento de su extensión Firefox Translations, que ofrece la funcionalidad de 'traducción sin nube' (tanto del contenido web como del 'input' del usuario en formularios y cuadros de texto) a todos los usuarios de su navegador Firefox y navegadores compatibles.
Pero... ¿y Google Chrome y Microsoft Edge? Pues ambos navegadores no sólo no ofrecen dicha funcionalidad, sino que sus herramientas de corrección de texto pueden terminar exponiendo nuestra privacidad de manera mucho más directa: remitiendo nuestras contraseñas a los servidores de Google y Microsoft.
Cuando 'Mostrar contraseña' no significa lo que crees
Según han desvelado los investigadores de ciberseguridad de Otto-JS, el corrector ortográfico de Chrome y Edge (a grandes rasgos el mismo, pues el código del segundo se basa en el del primero) está enviando a la nube los datos identificativos que introducimos en los campos de formulario de las webs: nombre de usuario, correo electrónico, fecha de nacimiento, DNI...
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