Después de casi año y medio sin poder usarlo Curiosity ha vuelto a hacer un agujero en una roca en Marte con su taladro. El problema viene de diciembre de 2016, cuando el freno que sujetaba el cabezal del taladro en su sitio empezó a funcionar de modo errático hasta quedar prácticamente bloqueado, lo que impedía extenderlo y aproximarlo a la roca a taladrar.
Un primer paso fue conseguir extender el cabezal, que en su posición «de descanso» queda detrás de dos guías que sirven para apoyar el brazo de Curiosity cuando taladra. Una vez que consiguieron extenderlo no quisieron volver a jugársela, así que estuvieron haciendo pruebas para ver si el rover sería capaz de taladrar sin usar las guías, como hace cualquiera de nosotros. Y una vez comprobado con el «gemelo» que Curiosity tiene en la Tierra que eso era posible el pasado 26 de febrero lo intentaron en Marte.
Todo fue bien, aunque en esta ocasión la broca del taladro no entró más que un centímetro y medio en la roca de prueba, lo que no es suficiente para que entren muestras en la broca, que es hueca y tiene unos agujeros diseñados para que entre por ellos el polvo producido al taladrar.
El montoncillo de polvo grisáceo tapa el nuevo agujero que Curiosity le ha hecho a Marte
En los próximos días Curiosity volverá a insistir, en este caso alcanzando una mayor profundidad, aunque luego viene el asunto de hacer llegar las muestras a CheMin y …