El cómputo moderno tiene muchos pros pero uno que otro contra y es que en muchos casos nos han convertido en usuarios que utilizamos programas pero que no podemos salirnos de ellos para hacer algunas cosas extras. Esto mismo se ve en quienes conducen un automóvil. Por ejemplo, ¿Quién sabe cómo funciona un motor de combustión interna? ¿Cuántos de nosotros podríamos arreglar nuestro coche si se descompone a la mitad de la calle? Y este quizás es el punto. Nos estamos convirtiendo en una especie de “analfabetas funcionales” y sin verlo como insulto, es algo común hoy en nuestros días.
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En el cómputo, sin embargo, bien podríamos resolver algunas cuestiones de automatización de manera quizás sencillas si supiésemos programar. El caso del que hablo me ocurrió hace un tiempo. Quería convertir unas 60 mil imágenes de alta resolución en color a su equivalente a tonos de gris. Cabe señalar que el proceso para hacer esto es relativamente sencillo. Se trata de leer pixel por pixel de la imagen original, la cual está formada por tripletas de números que van de 0 a 255. Esto forma un pixel de 24 bits (y 32 bits si consideramos el canal de transparencia, que es de 8 bits, pero que podemos omitir en este momento). El pixel en gris equivalente se forma básicamente de la siguiente fórmula:
Gris = (R + G + B) / 3
Donde R, G y B son los tres valores enteros del Rojo, Verde y Azul. …