Será, por mucho tiempo, una de las compras más importantes del panorama emprendedor español.
Está apunto de cumplirse el primer aniversario de una de las compras, y por consecuencia ventas, de La Nevera Roja. Una operación que a muchos pilló desprevenidos completamente. En el sector, este tipo de compras suelen verse venir. No se sabe el quién ni el cómo, pero como se suele decir: si el río suena, agua lleva. Pongamos el caso de Wallapop que, pese a la negativa de sus fundadores, es algo que terminará pasando. La cuestión es que con el caso de La Nevera Roja el tema saltó un domingo de buena mañana y, entre diatribas y probabilidades, sólo pasaron unos días hasta que se hizo el anuncio oficial.
Ahora, con casi 365 días a las espaldas, un poco de perspectiva y la compra ya aprobada por la Comisión Nacional de Mercados de la Competencia, condiciones antimonopolio incluidas, analizamos uno de los movimientos estratégicos más importantes del sector empresarial, y más concretamente del delivery, en España.
Una escalada pausada
La Nevera Roja dio sus primeros pasos en 2010 de la mano de José del Barrio e Íñigo Juantegui, empresarios e hijos de otros grandes empresarios del país, con la historia emprendedora típica en estas situaciones: formar un negocio de una necesidad personal.
Paradójicamente, la compra de Sindelantal supuso el lanzamiento definitivo de La Nevera Roja en España
En aquel momento, la oferta y la demanda no estaban del todo equilibradas, por lo que había nicho de mercado, pero no era idea …