Publicado originalmente en WATmag
Llevo usando Youtube desde hace casi una década. Viendo tutoriales, música o información de cualquier tipo. Empecé a usarlo de forma casi diaria a partir de 2013, cuando aparecieron los youtubers y se posicionó como uno de mis entretenimientos principales.
Twitter se volvió una figura diaria también en mi vida a partir de 2013, e Instagram en 2014. Si antes vivía perfectamente sin estas redes sociales, desde hace 5 años se ha vuelto una rutina en mi día a día.
Reviso cada red nada más despertarme, a lo largo del día, y antes de acostarme. Llegó un punto en el que me cuestioné cómo había llegado a este punto: antes este tipo de plataformas no representaban nada en mi vida y ahora son un elemento imprescindible nivel: no me voy a dormir tranquila si no reviso Twitter antes.
Llevaba mucho tiempo queriendo hacer un experimento: ¿qué pasaría si dejara de revisar todas mis redes durante una temporada? Siempre lo aplazaba porque me agobiaba la idea de "quedarme fuera".
Pero hoy es el día. Año nuevo, vida nueva, empecé el 1 de enero eliminando todas las aplicaciones de mi móvil para comenzar con un detox total de las redes sociales. Spoiler: el síndrome de abstinencia fue real.
Día 1: me di cuenta de que todas las veces que revisaba mis redes sociales no era ni medio normal
A las 3 de la …