No es mundo para descuidos, sobretodo si tienen que ver con Trump.
Se podría decir que es hacer leña del árbol caído, pero en esto de las empresas el que no corre, vuela. Hay miles de refranes para la paradoja que ha supuesto el pequeño fallo de Uber en Estados Unidos y que ha servido de trampolín para su competencia directa en muchos de los países en los que opera. El desliz de unos puede suponer el éxito para otros; y aunque suene duro, la irrupción de Trump en la Casa Blanca, ha tenido ciertos matices positivos para algunos.
Todo empezaba cuando el nuevo Presidente de los Estados Unidos firmaba el tratado que impedía la entrada de inmigrantes al país. Teniendo en cuenta que es una región que se nutre de los grandes intelectos de medio mundo y que sus mayores empresas cuentan con una proporción de plantilla extranjera como en ningún otro país, la polémica estaba servida. Empresas como Google, Starbucks y la española Cabify se posicionaron inmediatamente en contra de esta decisión.
La decisión de Uber ha provocado que muchos usuarios emigren a otras aplicaciones similares
En un movimiento que no se veía desde hacía mucho tiempo, los taxistas de la ciudad que nunca duerme se unían en una huelga que, por una vez, no iba en contra de Uber. Con un porcentaje de empleados inmigrantes que roza casi el 100%, el sector del taxi se posicionó en contra y paró su servicio durante unas horas. Uber, multinacional donde las haya, vio …