El solsticio de invierno es una fecha única que marca el fin y el comienzo de un nuevo ciclo. Así lo han visto todas las culturas a lo largo de los siglos a lo ancho del planeta. Y así lo seguimos celebrando hoy día.
En todo el hemisferio norte ha llegado un momento particular del año. En estas fechas las noches son más largas y los días muy efímeros. Pero esto también se mezcla con las fiestas de Navidad en la cultura occidental. ¿Cuál es el origen de esta celebración y qué relación tiene con el solsticio de invierno? Porque sí, el día más corto del año es en parte responsable de que a día de hoy disfrutemos de algunos días de descanso.
¿Qué pasa en el solsticio de invierno?
El solsticio de invierno, como todos seguramente sabemos, es el día más corto del año. En el hemisferio norte este día ocurre entre el 20 y el 23 de diciembre, mientras que en el hemisferio sur es justo al contrario, y ocurre entre el 20 y el 23 de junio. Efectivamente, para quien todavía no lo sepa, ahora mismo en el hemisferio sur es verano. Pero, volviendo al solsticio, ocurre por una cuestión muy sencilla: la inclinación del eje terrestre. La traslación de nuestro pequeño planeta con respecto del sol provoca que lo veamos cada vez con un menor angulo sobre el ecuador celeste. Al alcanzar la menor distancia angular (o mayor distancia angular negativa, más bien), la posición del sol acaba con …