Fue la pasada semana, durante los días 10 y 11 de febrero de 2025, cuando la Cumbre de Acción sobre Inteligencia Artificial acercaba al Grand Palais de París la imperiosa necesidad de revisar los fundamentos, las soluciones y las normativas aplicables para desarrollar una IA sostenible y centrada en el interés general. De paso, este evento ponía a Europa en el centro de una industria en la que todos quieres ser líderes, con Estados Unidos por un lado y China por el otro compitiendo con soluciones como ChatGPT o DeepSeek respectivamente.Allí se han reunido expertos de la talla de Demis Hassabis, fundador de Google DeepMind, o Darío Amodei, también fundador en su caso de Anthropic, dos compañías referentes en el desarrollo de soluciones de IA y por tanto dos voces autorizadas en una industria de evolución meteórica, que asusta al más pintado incluyendo hasta al mismísimo Sam Altman, de OpenAI,, quien afirma que "mi peor temor es que le causemos un gran daño al mundo".Allí en París, en una conversación moderada por Zanny Minton Beddoes sobre la seguridad de la IA, estos dos expertos -Demis Hassabis y Darío Amodei- comentaban abiertamente qué implicaciones tienen los plazos en esta carrera de la IA que han emprendido las grandes potencias, afirmando estar bastante preocupados en una comparativa con el diseño en su momento de la bomba atómica.Demis Hassabis no quiere ser el nuevo Oppenheimer, y sí afirma estar muy preocupado porque la IA pueda convertirse en una nueva bomba atómicaDe esta conversación …