Un espía de la I Guerra Mundial escondió bacterias de ántrax en terrones de azúcar, que parecían haberse conservado durante un siglo. Pero han desaparecido.
Cuando el espía sueco Otto von Rosen fue detenido, los policías no imaginaban que el agente infiltrado en los servicios alemanes de inteligencia conservaba secretos tan preciados. En enero de 1917, fecha en la que von Rosen fue arrestado, el … Seguir leyendo...