Desde su lanzamiento en 2017, la eShop del Nintendo Switch se ha convertido en un espacio para que los juegos indie brillen. Sin embargo, en los últimos años hemos visto una serie de problemas que han afectado la visibilidad de grandes exponentes independientes. De igual forma, el consumidor ha sido bombardeado con shovelware, algo que ha causado el descontento de algunos desarrolladores.