El cáncer termina con la vida de 8.2 millones de personas aproximadamente, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), siendo los cáncer más comunes los de pulmón, hígado, estómago, colon y mama. Afortunadamente, científicos australianos han descubierto un nuevo tipo de droga que podría poner el peso de la balanza a favor de la preservación de la vida humana.
Se trata de un fármaco que no elimina las células cancerosas, sino que las aleja en un estado de “hibernación” que impide que la enfermedad progrese. Pero, sobre todo, a diferencia de otros tratamientos, no tiene efectos secundarios.
Esto significa un gran avance para la medicina, ya que la quimioterapia y la radioterapia funcionan causando daño irreversible al ADN. La desventaja de estos tratamientos es que las terapias no pueden dirigirse únicamente a las células cancerosas y también causan daño significativo a las células sanas. De ahí los efectos a corto plazo como las náuseas, fatiga, pérdida de cabello y susceptibilidad a las infecciones, así como los efectos a largo plazo: infertilidad y un mayor riesgo de desarrollar otros tipos de cáncer.
De ahí que sea tan importante la investigación dirigida por el profesor Asociado Tim Thomas y la profesora Asociada Anne Voss del Instituto Walter and Eliza Hall, el Profesor Jonathan Baell del Instituto de Ciencias Farmacéuticas Monash y el Dr. Brendon Monahan del Cancer Therapeutics CRC. Todo el trabajo fue publicadó por la revista Nature.
El nuevo fármaco inhibe dos tipos de proteína llamados KAT6A y KAT6B, las cuales están relacionadas en …