James Howells se ha convertido en el protagonista involuntario de una de las historias más dolorosas del mundo cripto. Después de 12 años buscando un disco duro con 8.000 Bitcoin en un vertedero de Newport (Reino Unido), la justicia británica le ha dado la estocada final: no podrá seguir con la búsqueda. La ironía es que hoy, un simple AirTag de Apple, podría evitar situaciones similares. Lástima que Apple lo inventase años después.
La historia de Howells no es única. La comunidad cripto está llena de anécdotas sobre contraseñas perdidas y wallets extraviados. De hecho, se estima que unos 3,7 millones de Bitcoin (valorados en más de 300.000 millones de euros) están perdidos para siempre. Para ponerlo en perspectiva: si Howells hubiera invertido esos mismos 8.000 Bitcoin en acciones de Apple en 2013, hoy tendría... bueno, al menos sabría dónde está su dinero.
Un vertedero y 700 millones enterrados para siempre
La búsqueda de Howells ha chocado contra un muro legal y medioambiental. El vertedero de Newport, que ahora guarda esos 742 millones de euros en forma de unos y ceros, está protegido por la Ley de Control de Contaminación de 1974. Excavar sus 2.000 metros cuadrados no solo es ilegal sin permisos especiales, sino que podría liberar sustancias tóxicas al medio ambiente. Por no hablar del riesgo para la salud, aunque reconozcámoslo, por semejante millonada todos iríamos al vertedero a buscar lo que hiciera falta.
La odisea de James Howells comenzó …