The Man Who Killed Don Quixote es una de las películas malditas más famosas de todos los tiempos. Se trata de una de las obsesiones del gran Terry Gilliam, el director de Brazil, Twelve Monkeys y Fear and Loathing in Las Vegas, además de uno de los miembros de Monty Python. Desde hace más de 20 años, Gilliam ha intentado levantar este proyecto, pero siempre ha visto frustrados sus esfuerzos.
Se trata de una versión libre del libro de Miguel de Cervantes, en la que Sancho Panza es sustituido por Toby Grisoni, un ejecutivo de marketing del siglo XXI que viaja en el tiempo. La ocasión que la película estuvo más cerca de ser una realidad ocurrió en el año 2000, cuando Gilliam alcanzó a filmar algunas tomas en España con Jean Rochefort como Don Quijote y Johnny Depp como Toby Grisoni, pero problemas de salud de Rochefort obligaron a cancelar la producción (aunque nos dejaron el genial documental Lost in la Mancha). En versiones posteriores, Robert Duvall y Ewan McGregor estuvieron a bordo del proyecto, pero nunca se materializó.
Hace unos años, gracias a la financiación de Amazon, Gilliam pudo volver a intentar grabar su película. Cuando todo parecía indicar que finalmente sí veríamos su versión de Don Quijote de la Mancha, esta semana se informó que Paulo Branco, un productor portugués, había puesto una demanda para impedir el estreno de la película, aduciendo que Gilliam había firmado un contrato con él por los derechos de distribución de la cinta. Gilliam …