Por desgracia, los colegios de los Estados Unidos aparecen en los medios cada cierto tiempo y no es precisamente por sus resultados académicos; sino por los tiroteeos o a violencia en general tras las que mueren estudiantes y profesores.
Ante este grave problema, algunos centros educativos han optado por instalar unos sensores que funcionan como “detectores de agresiones”; pero, ¿realmente funcionan? ¿O son una farsa?
Detección de agresiones mediante sonidos
Sound Intelligence, de origen holandés, es la compañía que fabrica el software de los dispositivos que os vamos a hablar. Supuestamente, éstos son capaces de detectar agresiones teniendo en cuenta solo el sonido. De hecho, la firma también vende otros packs capaces de reconocer disparos; alarmas de coches; cristales rotos y más.
En teoría, el detector de agresiones de Sound Intelligence emplea un algoritmo de aprendizaje automático para hacer su labor; sin embargo, ProPublica ha realizado diversas pruebas tras las que llega a la conclusión de que los detectores no funcionan como deberían.
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Y no solo eso, el medio citado cree que el detector viola la privacidad de los alumnos y profesores, puesto que permite a sus administradores grabar; reproducir; y almacenar los fragmentos de las conversaciones durante un tiempo indefinido.
Errores garrafales
El medio citado piensa que los detectores de agresiones no son muy efectivos y lo hace aportando pruebas. Uno de los estudiantes que participó en las pruebas lanzó un grito desgarrador en mitad del silencio de la biblioteca y el detector ni se inmutó, no lo interpretó como una agresión. Unos días …