Unos recientes trabajos de investigadores de la Universidad de Waterloo han confirmado algo que en cierto modo más o menos se conocía –en especial entre los aficionados a los métodos mnemotécnicos– pero ahora ha sido comprobado experimentalmente. Tal y como se publica en The British Psychological Society, cuando se trata de memorizar datos, el hecho de dibujar algo es infinitamente superior de cara a recordarlo que simplemente escribirlo. Es tan grande la diferencia que no sólo ayuda a los adultos más mayores que empiezan a «olvidar cosas» sino incluso a quienes padecen de una pérdida avanzada de las funciones cognitivas.
La investigación consistió en pedir a los voluntarios que recordaran largas listas de palabras comunes (perro, manzana, camión…) y luego comprobar cuántas podían recordar al cabo de unas horas o varios días. Había cierta diferencia entre quienes simplemente las memorizaban o las escribían y sobre todo respecto a quienes las dibujaban (incluso aunque fuera con unos pocos garabatos en unos pocos segundos). También probaron con conceptos más complicados y términos como «isótopo», dejando más tiempo para dibujar; también funcionó. Si se les pedía simplemente calcar un dibujo ya existente o dibujar a ciegas sin ver el papel la cosa mejoraba, pero no tanto.
Lo que les pareció más curioso a los investigadores es que la mejora en la capacidad de memorización no dependiera de la calidad de los dibujos: incluso dibujando muñecos de palo había una diferencia notable. Aunque la técnica puede ser simplemente una más al tratarse de varios …