Ya os he contado como comencé a ser nómada digital cuando nadie lo era y cómo el teletrabajo me resultó (mientras iba de nómada por el mundo) muy divertido; estresanteporque la tecnología no siempre ayudaba hace una década (a veces ahora aún encontramos carencias); y nadie entendía qué hacía tantas horas sentada delante de un PC sin estar en una oficina o mientras recorría lugares de Marruecos o Malasia.
También os he contado cómo gracias al teletrabajo y de la mano de mis preferencias e inquietudes, durante temporadas de diversos años viví en países más baratos en comparación a un sueldo español, lo que me permitía trabajar menos para vivir normal y usar mi tiempo libre para estudiar, aprender idiomas o hacer voluntariados de cosas varias.
En Genbeta
Esta web es una mina para encontrar teletrabajo: cientos de ofertas de empleo remoto perfectamente clasificadas
El tema es que yo decidí teletrabajar y siempre he estado muy segura de aquella decisión que tomé cuando estaba recién graduada de la universidad.
Los posibles peligros: no hacer contactos
No era algo extendido teletrabajar y mucha gente me decía que eso podría ser arriesgado y perjudicarme laboralmente. El motivo: podía alejarme de hacer contactos en mi sector profesional (cierto es que, al estar en casa te aislas más de otros colegas, sobre todo en 2008, donde las redes sociales se …