Donald Trump concedió una extensión de un mes para imponer aranceles del 25% a los vehículos fabricados en México. La medida sería un alivio temporal ante la crisis que vive la industria automotriz mundial. De aplicarse este incremento los costos en la producción de automóviles aumentaría, lo que inevitablemente elevaría el costo de los productos en pisos de venta en Estados Unidos hasta 12,200 dólares, aproximadamente 248,533 pesos, reporta CBS News.
Según información de Bloomberg, la extensión se logró luego de una reunión entre los jefes de Ford, General Motors y Stellantis. Los tres fabricantes cuentan con plantas en México y Canadá con una larga tradición de ensamble de vehículos. Otra de las amenazas de los aranceles de Trump para estos países sería el traslado de líneas de producción a otras regiones, lo que causaría despidos masivos de personal.
Las ideas del presidente de Estados Unidos ya movieron los cimientos de muchas empresas del sector. Mazda aseguró que evaluará su estrategia en el país de no obtener certeza sobre su inversión, según declaraciones de Miguel Barbeyto, director de Mazda en México.
“Queremos seguir invirtiendo en el país. Pero necesita el gobierno darnos certeza de que nuestra inversión actual, y una posible inversión en el futuro, esté asegurada. Porque si no, la verdad es que no sería un buen negocio para Mazda Motor Corporation”.
Miguel Barbeyto, director de Mazda en México.
Mazda CX-30 fabricada en Guanajuato, México.
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