El uso de la inteligencia artificial en entornos educativos sigue en constante crecimiento. Aunque muchos consideran que su implementación resulta beneficiosa, también existen casos en los que las escuelas reaccionan de manera negativa. Un ejemplo de ello es la demanda interpuesta por unos padres contra una institución educativa tras el castigo impuesto a su hijo debido al uso de estas herramientas.
Sin embargo, también hay otros casos, como el que abordaremos en esta ocasión, relacionado no con ChatGPT, sino con otra herramienta: Grammarly. Esta aplicación, similar a la opción de OpenAI, les trajo problemas a dos estudiantes que la utilizaron de forma inadecuada.
De acuerdo con Ars Technica, los alumnos copiaron el texto generado por la inteligencia artificial sin verificar su contenido, lo que los llevó a presentar un trabajo con citas de libros inexistentes, datos erróneos y diversas inconsistencias.
El medio señala que, aunque el reglamento estudiantil no prohíbe explícitamente el uso de la inteligencia artificial, sí restringe el empleo no autorizado de la tecnología. Por esta razón, los maestros decidieron suspender a los alumnos. Como consecuencia, uno de ellos perdió la oportunidad de ingresar posicionarse mejor de cara a su ingreso a la universidad. A pesar de las reclamaciones de los padres, un tribunal falló a favor de la escuela, bajo el argumento de que la sanción no era excesiva, sino justa.
Una fuente que pudo ser citada
Los padres alegaron que el castigo se basaba en una norma inexistente, …