Por Pablo Bejerano para ThinkBig. Los fuegos artificiales son a día de hoy uno de los principales espectáculos de luces y sonido para las grandes fiestas. De todo tipo. Desde las fiestas patronales de los pueblos a grandes a celebraciones, pasando por fechas señaladas, como el comienzo del Año Nuevo. Claro que su uso tiene un factor cultural, pero están lo suficientemente extendidos como para considerarlos un divertimento universal.
Y aquí es cuando entran los drones en tromba. Más bien en enjambre, pues así como se denomina a un alto número de estos dispositivos volando de forma coordinada. Los espectáculos de luces que son capaces de cristalizar estas aeronaves se han convertido en una alternativa a los fuegos artificiales.
A lo largo de los últimos años se han ido superando los récords de cifras una y otra vez. En 2015 Intel ya logró poner en el aire 100 drones , que volaron de forma coordinada. Se trataba de un experimento, solamente una demostración de fuerza, para comprobar hasta dónde se podía llegar.
Se podía ir mucho más allá, como quedó demostrado pronto. Un año más tarde, a finales de 2016 Intel quintuplicaba la cifra de drones en vuelo simultáneo. Ahora las pruebas habían quedado atrás y se podía saltar a la comercialización de la solución. En el descanso de la Super Bowl los drones amenizaron a los espectadores con una escenificación sobre el cielo nocturno.
Poco tardó la carrera en tener a otro fuerte competidor. Solo unos meses más tarde, la firma china Ehang …