A falta de una actualización de la regulación nacional en materia de vehículos aéreos no tripulados, el negocio de altos vuelos de los llamados drones sigue al alza. Se espera que los ingresos globales alcancen los 6.000 millones de dólares (5.600 millones de euros) a lo largo de este año gracias al incremento de la producción en un 39% respecto al pasado año hasta llegar a fabricar unas tres millones de unidades.
Según datos de la consultora Gartner, esos datos seguirán aumentado en los próximos años hasta alcanzar los 11.200 millones de dólares (11.800 millones de euros) hasta el año 2020. Los analistas apuntan a una convergencia entre los drones de uso lúdico y los de corte profesional, destinados a infinidad de proyectos (agricultura, vigilancia, seguridad).
Normativas actualizadas
Ese escenario pondrá de relieve, a tenor de los datos, una superposición de diferentes tipos de operadores, lo que se hará necesario actualizar las leyes actuales en materia de seguridad aeroespacial. De hecho, desde la Agencia Española de Seguridad Aérea (AESA), que trabaja conjuntamente con el Gobierno español en la creación de las nuevas normativas, han reiterado recientemente la importancia de contar con una regulación a nivel europeo y del establecimiento del llamado «U-Space» (espacio urbano) como la «piedra angular para las operaciones seguras y protegidas» con drones que «respeten la privacidad y la protección del medio ambiente».Las previsiones apuntan a que los drones de uso personal y lúdico seguirán aumentando en popularidad como una extensión de los teléfonos móviles inteligentes …