Resulta asombroso cómo el ser humano hace de la necesidad virtud, en este caso en las terribles condiciones de una guerra convencional. Con el paso de los meses, el conflicto surgido a raíz de la invasión rusa de Ucrania ha llevado a un tremendo desgaste en armamento y munición para ambos bandos. Equipamiento nada barato y escaso a todas luces. En esta pieza de opinión del Wall Street Journal se recogen algunas declaraciones del General James Hecker de la OTAN explicando algunas de las ingeniosas soluciones que han observado en ambos bandos sobre el campo de batalla.
Drones FPV de ataque
Hecker dice que según explicó el ministro ucraniano de Transformación Digital, los famosos drones FPV de los que hemos visto tantos vídeos son capaces de causar más bajas en los tanques y fuerzas enemigas que la propia artillería. Son pequeños, rápidos y maniobrables. Vuelan a unos 30 ó 40 metros de altura y eso los hace indetectables al radar. En sus exploraciones actúan básicamente como kamikazes haciendo estallar las cargas explosivas que transportan si los operadores ven un blanco adecuado.
Estos drones son a veces equipamiento de «sólo ida», sacrificable, aunque a veces son «ida y vuelta» si pueden soltar sus explosivos y retornar a la base, en modo manual o automático. Esto es porque los tanques y trincheras enemigas suelen estar equipados con contramedidas para inutilizar las señales radioeléctricas. Algunos drones son como kits de piezas montables para niños, sorprendentemente ligeros pero capaces.
La defensa de un …