Las baterías de iones de litio se han convertido en un componente esencial de nuestra vida cotidiana, con ellas utilizamos nuestros teléfonos móviles con una autonomía que antes no existía, a la vez que potenciamos nuestros vehículos para que puedan correr durante kilómetros y kilómetros. Todo esto suena genial sobre el papel y también en la realidad, ya que puede mejorar la calidad de vida de todos sus usuarios. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce, y ahora parece que las baterías de iones de litio podrían ofrecer un gigantesco impacto ambiental por las sustancias per y polifluoroalquiladas (PFAS) utilizadas en su fabricación, especialmente las bis-perfluoroalquil sulfonimidas (bis-FASIs). Esto es muy importante, sobre todo ahora que todas las marcas quieren tener su propio coche eléctrico.De acuerdo con un estudio publicado en Nature por integrantes de distintas universidades de Estados Unidos y con revisión por pares, el problema ambiental podría ser más notable del que pensábamos hasta este momento.Una investigación que saca graves problemas a la luzLa investigación ha detectado la presencia de bis-FASIs en diversos entornos naturales, incluyendo aguas superficiales, sedimentos y suelos cercanos a instalaciones de fabricación en Estados Unidos y Europa. Las concentraciones encontradas, que alcanzan niveles de partes por billón, apuntan a que estas sustancias se liberan al medio ambiente durante todo el ciclo de vida de las baterías, desde su fabricación hasta su eliminación.Los efectos que estos compuestos pueden causar en la vida acuática son bastante preocupantes y llaman la atención. Estudios de toxicidad …