Dos meses después del bloqueo, Estados Unidos ha abierto por fin la mano a la comercialización de productos tecnológicos fabricados en China. Una decisión que permitirá a Huawei, principal perjudicada por la crisis, volver a vender sus productos en el mercado estadounidense y adquirir componentes electrónicos de empresas americanas.
Esta medida se produce en medio de las tensiones comerciales entre ambos países. En su intervención en rueda de prensa de la Cumbre del G-20 en Osaka, el presidente de EE.UU. Donald Trump, ha adelantado que se levanta el veto impuesto a la multinacional tecnológica de manera temporal. «Al menos por el momento no vamos a estar subiendo los aranceles en China», añadió.
«Enviamos y vendemos a Huawei una enorme cantidad de productos que forman parte de lo que fabrican, y dije que eso está bien. Seguiremos vendiéndoles esos productos», sostuvo Trump, aunque todavía queda hacerlo formar a través de un documento oficial.
El pasado mayo, Google anunció que prohibía a Huawei utilizar el sistema operativo Android, el de mayor penetración del mundo y el que emplea la mayoría de teléfonos móviles de la marca china. Desde entonces, numerosas firmas estadounidenses se sumaron al bloqueo. El gobierno estadounidense, entonces, y tras varios pulsos en las negociaciones, concedió una prórroga de tres meses fijada hasta el 19 de agosto.