Así como la Generación Z crece, también conoce y populariza tendencias. Aunque algunas no son del todo nuevas, las redescubren bajo modernos términos que se adaptan a su entorno social y estilo de vida. Por ejemplo, las dinámicas de pareja tienden a moldearse a estos parámetros que la misma generación incentiva. Como subir videos juntos en Instagram o TikTok, por ejemplo. Es ahí donde surge el throning.
La "tronización" puede concebirse como la práctica de relacionarse con alguien para mejorar el propio estatus social. Básicamente, tener de pareja a una persona con mayor poder socioeconómico y colocarla en un "trono" para que se te perciba de la misma manera. En palabras más sencillas: como si Ulises de Amar te duele saliera con Renata solo para alzar su imagen y luego lo presumiera en redes sociales.
Como mencionamos en un principio, no son prácticas recientes. De hecho, sucede algo similar a lo que hace algunos años se le concibió como hipergamia. Dentro de la praxis, ambos términos coinciden en la intención de ascender socialmente, pero la gran diferencia se haya en la validación externa. Es en este punto donde radica el mayor problema del throning: sentirse utilizados.
De acuerdo con datos recopilados por la aplicación de citas Plenty of Fish, al menos un 27% de jóvenes de la Generación Z se asimiló como víctima de esta tendencia al haberse sentido manipulados por alguna ex pareja. En este sentido, puede decirse que muchas personas …